martes, 14 de abril de 2009

Semana Santa en el Pallars Sobirà (parte 1)

Uno, cuando se lo pasa muy bien, tiene que contarlo o dejar constancia de algún modo de ello, y como tengo un blog, qué mejor que hacer aquí la crónica de nuestra escapadita a los Pirineos. La verdad es que fue un viaje perfecto, uno de esos a los que tomas la medida pensando en futuros viajes, ya que con que sean la mitad de buenos y divertidos que éste, ya serán la rehostia.

Al grano.

El viernes salimos de casa, antes de comer y sin saber muy bien a donde íbamos. Me refiero a que claro que sabíamos a donde íbamos, lo que no sabíamos es que iba a haber nieve y esas cosas. Al menos yo no, que no me llevé nada más que un forro polar como ropa de abrigo. Carlos fue más listo y se llevó un chaquetón para la nieve (yo no, y mira que me avisó XD)

Así que salimos, y empezamos el viaje hacia el norte (muy al norte), y a medida que los kilómetros y las horas pasaban, el tiempo se iba poniendo más y más feo. Por suerte, no tuvimos ni un poco de retención. Claro que, ¿quién más iba a salir de viaje el viernes santo a mediodía? jajaja


Como salimos un poco tarde, llegamos muy muy justos de tiempo al hostal, que estaba en Esterri d'Aneu, un pueblo de montaña a pocos kilómetros del Port de Bonaigua, no muy lejos de Baqueira Beret (que ya se sabe que es a donde va la realeza y demás ralea a esquiar y esas cosas :P).

Esterri es un pueblo muy bonito, pequeñito y con encanto, como se suele decir, al pie de montañas de picos nevados y rodeado de campos verdes.




Pero el viernes cuando llegamos no nos dio tiempo a ver gran cosa, porque nada más dejar las cosas en el hostal, tuvimos que salir corriendo hacia Llavorsí, donde estaba la central de la empresa con la que habíamos contratado el paquete de actividades. Por cierto, la empresa se llama Rafting Llavorsí, muy muy recomendable, pues con nosotros todo fue perfecto y el precio y la calidad del servicio fue muy bueno. El precio incluía el alojamiento (incluyendo desayunos y cenas, y las actividades), y la verdad es que salió muy bien de precio. Por eso no me importa decir qué empresa es y darles un poco de publicidad.

El viernes a las seis teníamos contratado hacer dos horas de paseo a caballo, así que en un grupo de quince personas más o menos, y con dos monitores vigilándonos y eso (al fin y al cabo, casi todos éramos primerizos en eso de montar a caballo), empezamos a pasear, nos explicaron un poco cómo controlar el caballo con las riendas, la postura para montar, cómo se monta, cómo se desmonta. La verdad es que el caballo se veía tan grande que me dieron ganas de volver a casa. Eso sí, al final, ya sabía montar y desmontar sin ayuda, y no enfadé al caballo ni nada. Lo bueno era que estaban muy bien adiestrados y se portaron muy bien. Mi caballo se llamaba Jaco, por cierto, y el Carlos, Bambi.

El paseo consistió en hacer un paseo subiendo por caminos de montaña al principio bastante anchos, luego por un caminito de piedras bastante estrecho, y luego por una especie de paso lleno de piedras, donde el caballo se detenía a ver por donde podía pasar. Me impresionó las alturas que llegamos a alcanzar, y llegar a confiar tanto en un animal que, con un poco de mala suerte, podría haber dado un traspiés y rodar monte abajo con nosotros encima (aquí por ejemplo, aunque no se vea el precipicio)

Los caballos eran chulísimos y muy mansos, como dije. En ningún momento nos sentimos inseguros ni pasamos miedo, a pesar de que, como dije, era la primera vez que montábamos a caballo (exceptuando alguna vez que fui de "paquete" siendo cría en caballos de carga)

Aquí yo antes de empezar, con más capas de ropa que una cebolla (hacía un frío del copón)

Y Carlos con "nuestros" caballos


Después del viaje de no sé cuantas horas y las dos horas encima del caballo, teníamos ganas de comer algo, darnos una ducha y descansar en la habitación. Así que, como casi acabamos de noche, es lo que hicimos, irnos a hacer el perro un poco a Esterri.

Al día siguiente, a las doce de la mañana teníamos que ir a hacer rafting. El día estaba muy chungo, hasta el punto que creímos que nevaría en Esterri (y quien me conoce sabe que en esos casos me pongo de los nervios pensando en mi pobre cochecito XD). Bajamos hasta Llavorsí y estuvimos echando un ojo a la gente que salía a hacer rafting. Pobres ellos, salían bajo la lluvia y con un frío del copón.

Fotos de ellos y de nosotros, en ese ratillo de antes de que nos tocara ponernos el neopreno (hay que fijarse en la lluvia y lo abrigados que vamos)

Sin embargo, no mucho más de media hora después, estábamos tal que así, preparados para descender el río durante 35 kms. El río es el que se ve en las fotos, La Noguera Pallaresa. Nuestro monitor se llamaba Jorge, y la verdad es que aunque era un poco secote, se conocía al dedillo hasta el remolino más pequeño y todas las piedras y corrientes del río. Gracias a eso no nos caímos.

Aquí estamos, ya vestidos y equipados con los neoprenos, cascos y chalecos salvavidas.

Antes de salir, nos dieron unas indicaciones de cómo hay que remar y todo eso, qué debíamos hacer cuando nos diese las instrucciones, que debíamos ir coordinados y eso... a mí me tocó atrás de todo (me debió ver cara de tirillas :( )

La verdad es que aunque el trayecto fuese tan largo (35 kms!!!) no se hacía nada aburrido, pues cuando el río iba más tranquilo, podíamos ver el paisaje, que es impresionante. Además, como había llovido y brillaba el sol, todo se veía muy brillante y verde. Es algo que a veces dejaba con la boca abierta por su belleza.

Y aquí salimos "en acción", nótese la cara de esfuerzo de los dos, jeje.

Como a falta de una hora de llegar al final del trayecto, paramos a comer (la comida iba incluida, nos la llevaron otros monitores a todos los grupos), comimos con una chaqueta encima del neopreno, sentados en taburetes de playa, y ya muy cansados. Fue genial! Lo único malo es que depsués de comer nos dio la flojera y ya no teníamos ganas de volver a meternos en el agua. XD

Finalmente, y ya cansados, llegamos al sitio donde terminaba, y la verdad es que nos dio mucha penita salir del agua y de "nuestra" balsa. Nos llevaron en bus hasta la base y nos quitamos el neopreno. En serio, creo que el neopreno es de las cosas más asquerosas que hay, aquel vestuario olía a rayos cuando tocó que la gente se quitara el traje!

En el bus, mojados y todavía con el trajecito de marras.


Nos volvimos a Esterri, y nos fuimos a dar un paseo en coche por la montaña que terminó de forma bastante accidentada, pero eso lo contaré mañana, en la segunda parte de la crónica.

1 comentario:

  1. Bonitas vacaciones y bonitas fotos!!! Me alegro un montón de que lo pasárais tan bien pese a ese pequeño suceso accidentado.

    Ya es casualidad pero lo único que conozco del Pirineo catalán es Esterri d'Aneu ya que estuve en el año 1997 viendo el Dr. Music Festival. Pasado el pueblo en unas explanadas a la derecha. Fueron cuatro días inolvidables. Con colegas en tiendas de campaña y viendo todo el día conciertos. Recuerdo que el primer día vimos a los Rage Againts the Machine jejeje

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