Cuando nos fuimos de hacer rafting, ya después de habernos quitado los (por entonces) asquerosos trajes de neopreno... lo mal que olían esos vestuarios, madre mía! Nos fuimos a duchar al hotel, y enseguida cogimos el coche y nos fuimos a ver a donde llegábamos para ver algo de nieve. Resulta que nos fuimos dos pueblos más para allá de Esterri (que resulta que es donde hace tiempo se celebraron varias ediciones del Dr. Music, ahora lo sabemos gracias a Al ;D), y subimos monte arriba, pasando por Son.
Allí arriba (no antes porque no había cuneta en la pseudo-carretera que utilizamos para subir) paramos el coche y echamos unas cuantas fotos. ¡Ah, ingenuos de nosotros! Pensábamos que quizá, y aún teniendo en cuenta la hora que era, llegaríamos a ver y tocar nieve como la que se veía al fondo.
Aquí Carlos con algunas montañas de fondo
Luego seguimos, y tras unos cuantos kilómetros más de curvas y carretera estrecha (vamos, que había que arrimarse si venía un coche de frente), nos encontramos con un cartel que decía algo así como "Parque Nacional de ...(no me acuerdo, supongo que Aigüestortes)... mirador a 9 kms. y parking a 7). Era un camino de tierra y cuesta arriba (más aún), pero nosotros decidimos que querer es poder, incluso cuando es cuestión de ir por un camino de montaña con un Peugeot 206.
El camino era una mierda. Había baches más grandes que mis neumáticos, era como ir en montaña rusa a cámara lenta... y lo peor fue cuando vimos que venía un todoterreno de frente. Nos arrimamos a un lado, y cuando pasó por nuestro lado abrí la ventanilla porque parecía que iba a decirnos algo. Era una familia con niños, y el padre es el que iba conduciendo. Nos dijo "Uy, por ahí no podéis seguir, a kilómetro y medio la carretera está cubierta por la nieve). Así que, con los cojones de corbata, como quien dice, caminamos un poco más con el coche, y en donde vimos que había un poco más de anchura, nos decidimos a dar la vuelta. Hay que decir que justo antes de eso había un montón de nieve, donde mi 206 resbaló convenientemente, para dar un poco de intriga y emoción al asunto.
Carlos se asustó un poco cuando salió del coche para indicarme... pero al final, como somos inmortales e invulnerables a cualquier daño, salimos bien parados. ¡Yo ya lo sabía!
Al día siguiente, con todo el cuerpo dolorido y muy pocas ganas de hacer nada, tocó ir otra vez a Llavorsí, esta vez a la base de barranquismo de la empresa, donde estuvimos un rato para que nos dieran la ropa y las indicaciones.
Nosotros vestidos de neopreno, one more time. XD
Cuando llegamos, el agua estaba congelada, porque claro, en plena época de deshielo el agua que baja es nieve derretida. Incluso los monitores decían que era el día que habían visto más agua, pero esa es otra historia.
El barranquismo consta de tres actividades: descender por toboganes dejándose deslizar por la roca, hacer rappel con cuerdas apoyándose con una mano y con la otra soltando cuerda, y pasamanos, que es ir bajando por la cuerda, a peso. Nuestro nivel era de iniciación, y aún así fue bastante jodido. El agua estaba congelada, todo resbalaba un montón (incluso llevando bambas y todo), y no llevábamos guantes, con lo cual las manos las teníamos congeladas, sobre todo yo. Es verdad, no vi a nadie que tuviera las manos peor que yo, se me hincharon y se pusieron insensibles, tenía que darme de hostias para reanimarlas, más que nada porque para bajar por una cuerda, tenía que tenerlas funcionando. XD
No hay fotos de eso, pero la verdad es que lo llegamos a pasar un poquito mal, porque agobiaba un poco a veces que hubiera tanta agua, y eso de ir recibiendo tantos golpes por todos lados. Pero lo más potente sin duda fue un torrente de agua como de cuatro metros de altura que había al final, había que irse descolgando con la cuerda, y ahí no sé ni como me dejé caer que salí medio mareada y todo del agua. Eso sí, durante todo el circuito fui de las primeras del grupo, y la primera mujer. Valiente, ¿eh? XD
Pues eso, que no hay fotos que ilustren la desesperación de correr hacia el coche con todo el cuerpo dolorido, o cuando casi se me saltaron las lágrimas porque me vi las manos muy hinchadas y no las sentía, o el miedo que se sentía cuando veías por donde seguía el río y pensabas "por ahí no nos pueden mandar bajar" y luego te decían "por ahí"... así que en elfondo lo pasamos de puta madre, aunque claro, nos dolía todo muchísimo más después.
Una foto de la mano, aunque no se aprecia lo hinchada y chunga que estaba. En esa me llevé un golpe del que todavía conservo algo de moratón tantos días después, y varias heridas.
Al salir de allí, todavía con el neopreno puesto y después de que unos sudamericanos nos sacaran fotos a todos mientras caminábamos (??), nos cambiamos a toda leche a pocos metros de la carretera Llavorsí-Esterri y justo en la subida a Espot. Pues eso, en esos momentos decíamos que no íbamos a hacer nada por la tarde (eran las tres o así).
Pero nos fuimos a comer y nos duchamos y ya estábamos listos para subir de nuevo a la montaña. Después de comer en Esterri, nos dirigimos a Espot porque por allí está la entrada al Parque Nacional de Aigüestortes. Llegamos a las seis de la tarde, y nos dijeron que era un poco tarde para hacer la ruta completa, pero aún así decidimos probar suerte.
No hay mucho que explicar, pero aquello era precioso. Por desgracia no pudimos verlo todo y llegar hasta el Estany de Sant Maurici, pero sí pateamos bastante. Unas cuantas fotos:
Allí sí había nieve, mucha!!
Espectacular
Y ahora, esperando que sea sábado para irnos a Londres. Yupi, yupi!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario