martes, 21 de julio de 2009

Libros leídos en 2009 (XIX): Choque de Reyes, de George R.R. Martin (Canción de Hielo y Fuego II)


Ha sido una lectura inconstante pero llena de interés. Después del primer libro de la saga, evidentemente, y gracias al final más o menos abierto o, más bien, continuativo del otro libro, había que leerse este pronto ya que estaba por casa.
Así que lo voy a comentar, ya que me lo he terminado hoy, dándome una panzada de cien páginas esta tarde. El libro es largo, con casi 900 páginas, más epílogos en los que, como la otra vez, vienen explicadas las familias y casas del libro. Porque como ya dije cuando comenté "Juego de Tronos", tiene telita situar a todos los personajes que salen nombrados o tienen participación directa en la historia. Es algo que me gusta de estos libros, cómo consiguen contarte más o menos la misma cosa, pero desde perspectivas tan diferentes y a menudo tan distantes en criterios y geográficamente.
Si en Juego de Tronos se nos presentaba la situación de este territorio inventado, junto con sus principales protagonistas, de una manera un poco más lenta y pausada, con menos acción, con más dibujo de los personajes, más psicologías... en este segundo libro es completamente diferente. Por motivos evidentes para quienes hayan leído el primer libro, algunos de los personajes que dan nombre a los capítulos desaparecen, pero aparecen otros nuevos. Éstos, como siempre, nos pueden caer mejor o peor, pero nos dan perspectivas nuevas. Personajes que ya nos caían bien o que nos parecían nobles, normalmente seguirán cayéndonos bien, o veremos más claras sus motivaciones. Y sin embargo, y esto es curioso, hay otros personajes, poco desarrollados en el primer libro, que se "humanizan" más (y para no spoilear, sólo diré que para mí fue alguien de la corte Lannister).
En esta entrega de Canción de Hielo y Fuego muere mucha gente, mucha, entre ellos personajes que llegamos a apreciar en el primer libro, y otros lo pasan fatal. Hay guerra, y como en toda guerra, las batallas son cruentas, y hay violaciones, torturas y la crueldad se ceba con los que no se pueden defender. Ése es el mensaje, Martin incluye la guerra como parte del argumento, el título del libro no podría ser más adecuado aunque no explicaré el argumento, pero la guerra es la guerra, y aquí los caballeros deben ensuciar sus brillantes armaduras y probar su valía en el campo de batalla. Encontraremos sorpresas y muestras de valor de quien no las esperábamos, veremos debilidad en quien parecía no existir, cobardía, lealtad, traición... y esa magia antigua que había desaparecido junto con los dragones, parece volver en pequeñas dosis. Lo justo. Y es que ahora, sí hay dragones.
Como siempre, me admira la manera que tiene Martin de mantener en vilo al lector, de conseguir que avance páginas y páginas deseando saber más de un personaje en concreto, o como a veces nos "engaña" y hace creer ciertas cosas que no son ciertas, y otras veces, realmente nos gustaría que nos estuviera engañando, porque lo que ocurre es muy cruel. Aún así, y sobre todo esto, predomina el estilo narrativo ágil y bello, las descripciones escasas pero acertadas, y los personajes tan reales que casi se pueden tocar.
Espero ansiosa el momento de empezar el tercero, pero luego no habrá más, hasta que consigamos el cuarto. Puercas sagas...
Frases escogidas (ojo con los spoilers):
Ya os lo he dicho: no hay hombres como yo.


Entonces, ¿el poder es una farsa?
-Una sombra en la pared - murmuró Varys-. Pero las sombras pueden
matar.



No me oiréis gritar el nombre de Joffrey -les dijo-. Tampoco me oiréis
gritar que combato por Roca Casterly. La ciudad que Stannis quiere saquear es la
vuestra; vuestra es la puerta que está intentando derribar. De modo que venid
conmigo, ¡vamos a matar a ese hijo de puta!



-Afilada -dijo, levantando los dedos mutilados. A continuación, su mano
cayó y su vida se

apagó.


"Valar morghulis"

1 comentario:

  1. Ya no me atraen mucho este tipo de libros, pese a que he leído mucho de este género. Sobre esta saga no oigo mas que parabienes así que habrá que darle una oportunidad. Gracias, Sonia!

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