martes, 15 de septiembre de 2009

Pesadilla antes de navidad



Como decía el amigo Alcorze un día de estos en su blog, la Navidad cada vez llega antes.

En este caso, no es que haya visto ningún anuncio o promoción que ya vaya avanzando las tan amadas fechas navideñas... aunque no creo que tarden mucho.

Pero qué rabia me da todo esto, las muy putas de las navidades ni siquiera tienen los días festivos bien colocados este año, veréis.

En este caso, y por lo que me quiero quejar yo, es por las obligaciones que a veces conllevan esas fechas. Y no hablo de las típicas obligaciones familiares de "cenamos aquí y luego comemos con la suegra". No. Hablo de otro tipo de obligaciones que nada tienen que ver con eso, y que convierten una velada familiar infernal en casi una peli de Disney en comparación. Hablo de las cenas de empresa.

Hablando claro: no sé si en navidad estaré trabajando todavía aquí. Llevo empalmando contratos desde octubre del año pasado... "bueno, eso es que están contentos contigo" Sí, bueno, quizás, yo qué sé. Realmente me da lo mismo, estar de una manera o de otra, peeero, y aunque el mercado laboral podría ser mi motivo de queja de hoy, me centraré en lo otro.

La empresa es ese sitio donde, con un poco de suerte, no pasaremos más del 33% del tiempo de lunes a viernes. Con un poco de suerte, digo, porque yo he llegado a hacer más horas que un reloj en alguna otra experiencia laboral, no hace tanto. A raíz de esto, y quizás porque somos un poco masocas o las circunstancias se dan así, acabamos haciendo amistades allí, asistiendo a cenas, comidas, vamos a no sé donde... con lo cual, el vínculo con la empresa parece que se hace más fuerte y la frontera entre nuestra vida extra-laboral y nuestra vida laboral se hace en ocasiones más pequeña. No digo que sea ni bueno, ni malo, sólo lo digo. Es más, diría que es muy bueno porque he conocido gente de puta madre en varios de mis trabajos, entre ellos varios amigos/as, gente con la que sigo quedando incluso después de más de un año de no vernos en el trabajo.

Pero a lo que iba con esta entrada. Hoy, hablando de los lotes navideños que se entregan en mi empresa (los lotes navideños, sin duda, son un efecto secundario de las fiestas mucho más gratificante que todo lo demás), salió el tema de la cena de navidad. Resulta que aquí son muy pijos en ese tema y el año pasado la hicieron en un sitio igualmente pijo. Pero MUY pijo. Convenientemente, y aprovechándome del poco tiempo que llevaba en la empresa, puse una excusa y no fui. Qué bien me quedé en mi casita, evitando la compañía de aquellos compañeros que en ese momento, pues tampoco es que fuesen íntimos míos.

Pero este año, con la mejor intención, me han aconsejado que vaya. Parece ser que si uno no va a estas cosas, muestra poco interés por la empresa. ¡Si no sé si estaré aquí para esas fechas, qué coño de interés voy a mostrar!

Con lo poco que me gusta a mí eso de buscar algo que ponerme en plan formal, el mamoneo, el falso buen rollo...

Contenta me tienen.

3 comentarios:

  1. Bufff!!!! Qué asquito, las navidades, todo el mundo es super feliz y super falso...
    Y eso de las cenas de empresa...no comments jejeje. A mi hace unos años me pasó parecido. Llevaba dos semanas trabajando allí y era la cena de la empresa. Obviamente, no fuí porque a)no conocía a la gente y a mi me cuesta soltarme cuando llego a un sitio nuevo y b) que paso de esas pijadas.

    Chica, este año te recomiendo que caigas "enferma" para tu cena de empresa jijiji

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que son un coñazo por el compromiso en que te acaban poniendo. Si vas a pasártelo bien con las amistades que allí has hecho y te desinhibes (y te tomas alguna copilla) puedes acabar hablando más de la cuenta o dando una imagen un poco rara con tu jefe (siempre que él no esté más borracho que tú, que de todo hay) y si te portas bien y eres formalito para qué coño vas a una cena y luego de copeteo...

    Yo, desde que volví de Barcelona hace seis años, no he vuelto a ir a la cena de Navidad y no creo que vaya este año tampoco.

    ResponderEliminar
  3. A mí es que me da pereza todo el tema de comprar o buscar ropa 'especial', y lo de dormirme tarde y luego al día siguiente ir a trabajar (como fue el caso el año pasado, que la cena cayó en jueves) ya me repatea... ¡lo odio! Además, me llevo bien con algunos, pero ni de lejos con toda la gente que va a estar por allí y que harán todos como si fuesen los mejores amigos.
    Qué suerte la tuya, Al! Lo que pasa es que en esta empresa... son un poco superficiales y les encantan estas chorradas. Ya sabes, cosas de la nacionalidad. :?

    ResponderEliminar