lunes, 14 de septiembre de 2009

Peliculones, peliculillas, bodrios descarados (VIII): Distrito 9



FICHA TÉCNICA
Año: 2009
Duración: 111 minutos
País: Nueva Zelanda
Director: Neill Blomkamp
Productor: Peter Jackson
Guión: Neill Blomkamp, Terri Tatchell
Música: Clinton Shorter
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Sharlto Copley, Jason Cope, David James, Vanessa Haywood, Mandla Gaduka, Kenneth Nkosi, Eugene Khumbanyiwa, Louis Minnaar, William Allen Young


Esta peli empieza siendo una especie de documental, en la que diversas personas hablan de un tal Wikus (es el protagonista) y de algo que ha hecho, algo horrible y que parece que hace que todos sus conocidos se sientan traicionados. Estos testimonios se alternan con imágenes del propio Wikus presentándose como el jefe de la división de la MNU de Relaciones entre Aliens y Humanos. La MNU es una empresa privada que se encarga de la gestión de un campo de refugiados aliens, que llegaron a nuestro planeta (concretamente a Johannesburgo, Sudáfrica) ya hace veinte años y están confinados dentro de una especie de campo de concentración o reserva, ya que no se sabe muy bien qué hacer con ellos. Se nos presenta también a una ciudad en la que la gente está constantemente incómoda por la enorme nave nodriza que trajeron estos aliens y que permanece inmóvil sobre sus cabezas, y también por estos seres extraños adictos a la comida de gato y a robar gadgets tecnológicos.

Como iba diciendo, Wikus es el jefe de esa unidad, y también será el encargado de gestionar el traslado de los extraterrestres desde el Distrito 9 hasta el Distrito 10, situado en una zona bastante más alejada de la ciudad. Se trata de una tarea difícil ya que se trata de trasladar más de un millón de seres, que mantienen en el Distrito 9 todo tipo de negocios prohibidos, como armas, drogas, etc.



Desde el principio, Wikus se nos presenta como una persona bastante ingenua y hasta en ocasiones, tonto, aunque no exento de cierta agudeza en ciertos momentos, que no te deja más remedio que reírte. Te ríes pero en el fondo sabes que lo que están diciendo son cabronadas, y no puedes evitar pensar en esas otras afirmaciones y situaciones que nada tienen que ver con aliens, ni con fantasía, ni siquiera con películas. Es como esas risitas nerviosas que se sueltan cuando a uno le cuentan a un chiste muy políticamente incorrecto. Porque aparte de la historia, de la fantasía, de los efectos especiales, en esta película parece que de lo que se trata es de hacernos ver cómo de cabrón puede llegar a ser el hombre, el ser humano que a veces es tan poco de esto último y sólo es un ser.

En Sudáfrica saben un poco de Apartheid, supongo que al ser ésta una coproducción entre Sudáfrica y Nueva Zelanda se han tenido en cuenta ciertos factores y experiencias lamentables que a nosotros no nos pillan tan de cerca. Y por eso, quizá, está tan bien tratado y parece tan realista el entorno del Distrito 9, la delincuencia, el rechazo de los ciudadanos, el mercado negro, la marginalidad…
No quiero desvelar detalles sobre el argumento, pero digamos que Wikus se ve enfrentado a lo que esos bichos se enfrentan desde hace veinte años. Se descubre que no todo es tan simple como parece, no es blanco ni negro, y las multinacionales no hacen las cosas por amor al arte. Como sucede en la realidad, muchas veces todo se mueve por intereses ocultos y más bien poco humanitarios (si es que esta palabra tiene cabida para el contexto de la peli).

Lo que viene a continuación pierde el tinte de documental, la historia transcurre como una narración de lo que le ocurre a Wikus, un personaje que interpreta magistralmente este actor (que, he de confesar, para mí era un desconocido) por el que se siente simpatía al principio, después lástima, después empatía, por ahí en medio se puede pensar que es un cabronazo y después que es la hostia en verso. Se podría decir que el 60% del peso interpretativo de la película recae en él. Y no es poco.




Capítulo aparte merecen los bichos. Madre mía, qué bien hechos los efectos especiales. Carlos me ha dicho que leyó que cuando están muertos, se trata de muñecos, y cuando se mueven, es todo ordenador. Para mí, los efectos especiales son geniales, los bichos llegan a tener expresividad en los ojos, en sus gestos… genial. Como curiosidad, decir que si os acordáis de aquel anuncio en el que un coche se transformaba en un robot gigante y comenzaba a bailar… pues el director de esta película antes se dedicaba a los efectos especiales y de hecho esta es su primera película, y ese fue uno de sus trabajos. Se nota que es un experto porque los efectos de la peli están todos muy logrados.

La fotografía está muy bien también, a veces tiene ese aspecto sucio de documental, con una textura polvorienta, y otras es sencillamente preciosa, como ese plano de un atardecer en el que Wikus se ve a contraluz con la nave nodriza de fondo.

En resumen y para no liarme más, me pareció una muy buena película de ciencia ficción, bien desarrollada, con un buen argumento, con acción y efectos especiales impecables. La doble lectura, las intenciones morales del guión, eso ya es algo que dejo a juicio de cada uno de vosotros. Por de pronto, al parecer la película ha tenido éxito tanto en la taquilla estadounidense como en la española. Entiendo que esto sea así, la película es muy buena.

5 comentarios:

  1. Ayer la empecé a ver pero entre unas cosas y otras no puede verla más que a saltos. A ver si la puedo ver más seguida con calma. Tenía buena pinta la verdad.

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  2. Me alegra leer esto, porque la tengo en la recámara para verla.

    Un saludo.

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  3. Anda, precisamente ayer le pregunté a un amigo que sabe de esto sobre esta película, si está Peter Jackson por ahí debe estar bien =)

    Salu2

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  4. Pues dadle una oportunidad, porque la verdad es que a mí me gustó mucho, tanto como película de ciencia ficción como sátira (en ciertos momentos) de la sociedad. Ya diréis si os ha gustado o qué. ;D

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  5. Lo mejor es el enfoque que se da a toda la cinta, muy recomendable a pesar de tener unos fallos enormes en la historia.

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