sábado, 1 de agosto de 2009

'Vos, cuyos hechizos pueden resucitar a los muertos' de Lord Byron

No es precisamente el tipo de poema que me gusta traducir, y no lo he hecho precisamente por gusto, o sea, porque me haya apetecido, pero aquí está.

Vos, cuyos hechizos pueden resucitar a los muertos (1815)
Por Lord Byron


Vos, cuyos hechizos pueden resucitar a los muertos,
Pedidle a la forma del profeta que aparezca.
“Samuel, ¡levantad vuestra cabeza enterrada!
“Rey, ¡contemplad al vidente fantasma!”

La tierra se abrió; él quedó en pie en el centro de una nube:
La luz cambiaba su color, retirándose de su mortaja.
La muerte permanecía vidriosa en el ojo fijo:
Su mano estaba marchita, y sus venas secas;
Su pie, con ósea blancura, brillaba,
Consumido y carente de nervios, y espantosamente desnudo;
Desde unos labios que no se movían y el tórax que no respiraba,
Como el viento en una caverna, salieron los acentos huecos.
Saúl miró, y cayó a tierra, como cae el roble,
Inmediatamente, alcanzado por el impacto del trueno.

“¿Por qué se altera mi sueño?”
“¿Quién es el que llama al muerto?”
“¿Se trata de vos, oh Rey? Contemplad
“Exangües están estos miembros, y fríos:
“Tal como están los míos; y tal como estarán
“Los vuestros, mañana, cuando vengáis conmigo:
“tan pronto como termine el día de mañana,
“así seréis, así será vuestro hijo.
“Que os vaya bien, pero sólo durante un día,
“Después mezclaremos nuestra arcilla moldeada.
“Vos, vuestra raza, yace pálida y baja,
“Perforada por los astiles de muchos arcos;
“Y el bracamarte a vuestro lado,
“A vuestro corazón, vuestra mano guiará:
“¡Caídos sin corona, sin aliento, sin cabeza,
“Hijo y padre, la casa de Saúl!”

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