sábado, 23 de mayo de 2009

Viaje a Londres: día 4 (28 de abril)

El día 28 es el día que destinamos a visitar la Tower of London y el Tower Bridge, otros monumentos que hay que visitar. Además, planeábamos mirar el típico cambio de guardia en Buckingham Palace. Así que voy a contarlo, con fotos of course.



Habíamos visto en una tabla de horarios el primer día que los cambios de guardia se hacían a las once y media de la mañana, así que salimos del hotel con toda la calma del mundo, en teoría para llegar allí a las once y cuarto como muy pronto. Cogimos el metro y paseamos un rato por la zona antes de acercarnos a los Jardines de Buckingham Palace. Nuestra sorpresa fue bastante grande cuando llegamos al sitio y a las once y cinco la cosa estaba así. ¿Cómo estaba la plaza????? Abarrotá!!!



Sí, sí, y nosotros fuimos tan tontos como toda esa gente, incluso tanto como ese señor que posaba en la segunda foto, porque allí estábamos y nos quedamos hasta casi el final. XD En fin, que estuvimos un ratillo por ahí mirando a ver si pillábamos buen sitio aún siendo de los últimos en llegar. La gente, ya digo, si nosotros llegamos a las 11 y ya estaban todos "en sus puestos", no sé a qué hora habría llegado, pero supongo que algunos estuvieron más de una hora esperando a que empezara todo el rollo.



Pero bueno, que llegamos y conseguimos más o menos un sitio bueno, para ver como empezaba todo. Mirando el sitio y sacando alguna foto se nos pasó el rato hasta que empezó algo de lo más emocionante: el cambio de guardia!!



Al principio, vimos como estos soldados de aquí arriba se alineaban, desfilaban un poco, pasaban revista y esas cosas, a grito pelado todo, eso sí. Luego, uno que no se ve en la foto pero que sería como su superior o algo así, pegó cuatro gritos más y empezó a desfilar atravesando el patio: hasta la pared, y luego hasta la verja, cerca de donde estábamos (la primera vez hizo un chiste y tenía gracia). pero cuando ya llevaba como 4 o 5 paseos empezábamos a estar hasta la polla. Por suerte... llegó una banda tocando música militar y eso, y el tío volvió a su lugar.



Esta era la banda



Como se puede observar, de momento ninguno de los uniformes tenía nada que ver con los típicos de los sombreros peludillos y eso.



Por cierto, de lo mejor de la visita fue escuchar esta canción, que al final estuvimos tarareando la mitad del día porque recordaba a alguna de Indiana Jones o algo por el estilo.







Ver a la banda tocar ya era más entretenido, así que pasamos el rato canturreando, sacando alguna foto, ya un poco cansados de estar allí quietos de pie, y percatándonos de que había mucho español por allí (somos una plaga en Londres!)







Al poco rato llegaron los típicos guardias, los beefeaters, con aquellos sombreros que debían dar tanto calor y eso... A todo esto, ya llevábamos allí un buen rato y nos estábamos cansando un poco de tanto desfile y paseíto. Pero ya que habíamos ido teníamos que quedarnos hasta el final como campeones ¿no? Así que vimos un poco más todavía, la verdad es que si uno va a Londres, es una cosa que merece bastante la pena ver (aunque sea para criticar a los ingleses por rancios y monárquicos... ups!)



Una foto más que sacamos por allí.





Vista del palacio y vista de la plaza que tenía delante (petado de gente todo, of course)



Luego cogimos el metro de nuevo y nos dirigimos a la Torre de Londres, un edificio muy bonito con una no menos bonita historia. Vamos, que se utilizaba como prisión y centro de detención, entre otras cosas.



Allí sacamos esta foto, entre otras, pero la verdad es que nos picaba un poco eso de pagar casi 20 libras por entrar a verla por dentro, así que preferimos comer algo por allí fuera y ahorrar el dinero para hacer otra frikada que teníamos pensada. XD



Y sí, otra vez comimos fish&chips, esta vez sentados en un banco al lado de la Torre (de Londres, eh!). En la foto de arriba sale Carlos con nuestra comida, que parece algo asquerosilla, pero estaba buena.



Luego ya fuimos a ver el Tower Bridge, al cual también se podía entrar pagando (7 libras, creo), pero pasamos y seguimos paseando un poco por allí, buscando una especie de casa del terror que habíamos visto anunciada en todas partes. Por el camino y buscando, nos perdimos porque en realidad no teníamos ni idea de donde estaba, sólo que estaba cerca de la Torre de Londres, así que hicimos un par de kilómetros extra dando vueltas. Y de paso, vimos unos muelles que se llamaban Elizabeth no sé qué.



El día no era muy bueno porque estaba nublado, pero bueno, como no llovía se estaba bastante bien, a pesar de la rasca que hacía, brrr!!



En los muelles esos, saco un poco de cara de pan pero era por lo encogida que estaba por el frío XD


Cuando por fin dimos con la localización del sitio, nos dimos cuenta de que en realidad estaba al otro lado del río y un poco lejos además. Así que nos encaminamos al puente de nuevo, para cruzar...





...las siempre límpidas y frescas aguas del Támesis.



Tuvimos que caminar un buen rato, y en previsión de no tener un lavabo en el cual hacer un pis dentro del sitio, casi nos volvimos locos intentando encontrar un sitio donde mear en un centro comercial. Parece difícil ¿no? Pero de verdad que lo era, tuvimos que salir del centro comercial de los cojones y entrar a una cafetería que habíamos dejado doscientos metros atrás, los ingleses a veces eran un poco irritantes con eso, ¿cómo puede haber cafeterías sin baños?



Y por fin llegamos a la frikada del día, The London Dungeon.



Dentro no se podían sacar fotos, así que no tenemos nada más que el recuerdo de lo que fue. Y estas fotos que sacamos casi de la entrada, la decoración estaba muy bien. Y ya dentro...



Nosotros pensábamos que íbamos a una especie de casa del terror, con los típicos actores del tres al cuarto pegando algún que otro susto y corriendo de un lado a otro, pero la verdad es que nos sorprendió.



Estaba estructurado como en diferentes temas que estaban relacionados con Londres: el gran incendio de 1666 que destruyó gran parte de la ciudad, Jack el Destripador, la Peste, Sweeney Todd (conocido barbero asesino que todos conocemos por la película musical de Johnny Depp), y algunas cosas más, como un laberinto de espejos...



La gracia estaba en que cada área había un número de actuación, y un actor caracterizado de lo que tocase (cirujano loco asesino, mujer que recogía muertos por la peste, prostituta de los tiempos de Jack the Ripper...) hacía una pequeña actuación, que acompañada de los efectos sonoros, la iluminación y lo demás, hacía que uno se metiese mucho en el tema. Incluso hubo un número en el que un juez hacía una especie de juicio a varias personas (de entre nosotros). Lo único "malo" es que a veces costaba seguirles un poco en inglés, pero estuvo genial.



Aparte de eso, había un paseo en barca o "tronquitos", que se hacía casi completamente a oscuras y que culminaba con un recorrido de espaldas... muy bueno!



Ya al final, después de un rato bien largo de actuaciones y pasear por las salas, pasamos al final. Una atracción de caída libre simulando un ahorcamiento. Te subían, había como una introducción en la que hacían ver que se había celebrado un juicio y habíamos sido condenados a la horca, y luego, había un flash de luz, se quedaba todo a oscuras, y nos soltaban!!! No fueron más de 5 o 6 metros, pero fue brutal!



La verdad es que nos gustó mucho.



Cuando salimos de allí fuimos a Picadilly Circus, para hacer algo de tiempo y pasear hasta las siete y media, hora en que comenzaba el musical que fuimos a ver, "Les Misérables". Carlos siempre me había dicho que es un musical que le gustaba, y cuando vimos por allí publicidad y tal se quedó pillado, aunque no llegó a decir "¿vamos al musical?", así que uno de los primeros días le dije, "si quieres vamos a verlo", así que me tomó la palabra y decidimos mirar los horarios y todo eso, y al final fuimos el martes por la tarde.



Pero como nos sobraba tiempo, fuimos a pasear de nuevo por ahí, estuvimos por la plaza, y sacamos una foto a Eros.



Después fuimos a ver mejor Chinatown, y entramos a una tienda a comprar una cosa para mi hermano (frikadas manga).



La foto de arriba es de los famosos patos lacados que se empeñaban en exhibir en muchos de sus escaparates, por más que (por lo menos para nosotros) eran lo menos apetecible del mundo, puagh!!



Así que, abreviando, merendamos/cenamos una pizza y nos fuimos hasta el teatro, que era éste.



La entrada a un musical supongo que es cara de por sí, porque ya sin salir de aquí tengo entendido que es bastante caro, así que las 40 libras de allí tampoco deberían ser muy sorprendentes, aún así, pica!!! Pero bueno, allí estábamos un ratito antes, cogiendo sitio, y mirando como era el teatro por dentro. Estábamos en la parte superior, en la segunda fila, así que no tuvimos problema para verlo, se veía muy bien!! Pero claro, no se podían sacar fotos así que sólo sacamos un par sin flash en el descanso.



El musical fue tremendo, yo que iba con la idea de que no me iba a gustar salí encantada y hasta me emocioné al final y todo, y la verdad es que las casi tres horas que duró se pasaron enseguida. El musical, obviamente, lo cantaban en inglés, pero se les entendía casi todo. Fue toda una experiencia, y la verdad es que hubiera estado bien ir al de Queen también, pero ya sería mucha pasta!



En esta foto se ve la orquesta abajo, y como digo, fue una experiencia acojonante.



Y luego, nos fuimos al hotel de nuevo, reventados como todos los días. Así terminaron nuestras correrías del día 28. :D





2 comentarios:

  1. jejeje, qué buena la musiquita esa

    En The London Dungeon creo que estuve yo, o en un sitio parecido, pero ya no me acuerdo bien.

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  2. Sí, si no fue ahí había otro sitio parecido cerca, se llamaban Tower of no sé qué, pero vaya, que se pasaba bien. xD

    La musiquita es lo mejor que sacamos de la visita a Buckingham. :D

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